Este rinconcito está destinado a ordenar las recetas que he ido recopilando de otros blogs, foros, libros, familia, amigos y de otros muchos lugares sin los que esta página habría sido imposible.

He consultado sin pedir permiso las recetas de al menos medio centenar de autores y a quienes no tengo intención de mencionar, no por desmerecer su trabajo, ni mucho menos, sino porque muchas de estas recetas no sé de donde las he sacado.


Copiar de un autor es un plagio, copiar de muchos es investigación.

jueves, 18 de febrero de 2010

Pincho de alcachofa con bacon y gorgonzola

INGREDIENTES PARA SEIS PINCHOS
Seis corazones de alcachofa congelados, seis lonchas de bacon, queso gorgonzola, aceite de oliva, agua y sal.

ELABORACIÓN DEL PINCHO DE ALCACHOFA, BACON Y GORGONZOLA
Para esta receta he utilizado corazones de alcachofa congelados, que ahorran mucho tiempo de preparación y son de tamaño bastante uniforme. Preparamos un cazo con agua y una pizca de sal y cocemos las alcachofas según las instrucciones del fabricante. Una vez cocidas las escurrimos y dejamos que se enfríen.
Rellenamos los corazones con queso gorgonzola. Cortamos las tiras de bacon a lo largo, en dos mitades. Envolvemos cada corazón primero a lo ancho con una tira de bacon y luego en el sentido contrario con otra, sujetando esta con un palillo en la parte contraria a las hojas.
En una sartén con un chorrito de aceite las salteamos hasta que el bacon esté dorado. Dejamos que escurra la grasa sobre un papel de cocina y servimos sin retirar el palillo que nos ayudará a comer el pincho..

DEGUSTACIÓN
Este pincho de alcachofa con bacon y gorgonzola es como un primer beso. Al principio, se acerca a nuestra boca nervioso ante lo desconocido, y en un primer mordisco nos ofrece un beso quizá algo torpe, casi agresivo, que nos devuelve un intenso sabor a queso azul. En un segundo intento, el bacon está más presente para calmar la intensa primera impresión.
El tercer contacto es definitivo, y aquí la verdadera esencia de la alcachofa sale a la luz con su sabor envolvente y dulzón. Llegados a este punto no queda más remedio que correr las cortinas y dejarse seducir.