100 g de azúcar blanco
110 g de azúcar moreno
1 huevo
1 cucharadita de vainilla
125 g de harina
100 g de copos de avena
1 cucharadita de levadura
170 g de gotas de chocolate (50 % cacao mínimo)
55 g de chocolate con leche
90 g de nueces
1 cucharadita de sal
Elaboración:
Primero molemos los copos de avena hasta que queden como la harina y reservamos. Hay algunas recetas donde se dejan enteros aunque sinceramente no me gustan nada. Y debo decir que en esta receta sorprende bastante y sin los copos de avena seguramente estaríamos hablando de una receta totalmente diferente.
A continuación. Por un lado mezclaremos el azúcar con la mantequilla hasta formar una crema. Añadiremos entonces el huevo y la vainilla (esencia). Mezclamos y reservamos. Por otro lado mezclamos la harina, la avena, la levadura y una cucharadita de sal. Y aquí explico lo de la sal. Sinceramente, la sal en una galleta es algo imprescindible actúa como un potenciador de sabor como ningún otro.
Unimos las dos mezclas anteriores hasta formar una masa. Incorporamos en ese momento las gotas de chocolate, el chocolate con leche en trocitos o rallado y las nueces ligeramente troceadas. Yo las troceo directamente con las manos. Mezclamos bien.
Ahora toca dar forma a las galletas. Con una cuchara de hacer bolas de helados cogemos masa y la damos forma de bola con las manos. Una vez puestas en la bandeja del horno con bastante separación entre llas, las aplastamos un poquito con la mano.
Introducimos en el horno previamente precalentado a 190 ºC durante 8 minutos si las queremos jugosas, crujientes por fuera y tiernas por dentro, u 11 minutos si las queremos más crujientes y doradas.
Sacamos del horno, dejamos enfriar sobre la bandeja para que cojan dureza y las guardamos en botes herméticos para que se conserven durante unos cuantos días.
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