Este rinconcito está destinado a ordenar las recetas que he ido recopilando de otros blogs, foros, libros, familia, amigos y de otros muchos lugares sin los que esta página habría sido imposible.

He consultado sin pedir permiso las recetas de al menos medio centenar de autores y a quienes no tengo intención de mencionar, no por desmerecer su trabajo, ni mucho menos, sino porque muchas de estas recetas no sé de donde las he sacado.


Copiar de un autor es un plagio, copiar de muchos es investigación.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Gofres

Ingredientes para 10 unidades

125 gr de mantequilla
100 gr de azúcar
Unas gotas de vainilla líquida o azúcar vainillado
2 huevos y una yema
250 gr de harina
1 cucharada de postre de levadura en polvo para repostería
190 ml de leche

Preparación

1. Añadir la mantequilla, el azúcar, la vainilla y los huevos en el vaso de la thermomix y programar 3 min. vel. 3.

2. Incorporar la leche, 1 minuto vel. 3.

3. Añadir la harina tamizada y la levadura en polvo, ir y venir 2 veces a la vel. 6. Mezclar bien con la espátula.

4. Dejar reposar unos 15 minutos. Enchufar la gofrera, y seguir las intrucciones de la misma, poniendo una cantidad equivalente a medio cazo sopero en cada lado del aparato. Cerrarlo y poner el regulador de potencia al dos. Cuando el piloto se ponga en verde será la señal de que ya está vuestro gofre. Yo siempre los tengo un minuto más para que se queden más crujientes.

5. Retirar con cuidado a una rejilla. Yo me ayudo de una espátula de madera, mejor que con pinzas, que lo rompen. Se levanta un poco el gofre con la espátula y con cuidado, con la espátula y un dedo a la rejilla.

6. Servir los gofres calientes con el acompañamiento que os guste, chocolate, nata, caramelo....

Degustación

El secreto de estos gofres está en hacerlos jugando con la temperatura de la máquina, y sacarlos a una rejilla a los pocos minutos: quedan maravillosamente crujientes. Se pueden hacer después de comer, dejarlos en una rejilla grande, como por ejemplo la del horno, y justo antes de merendar, darles un golpe de calor en el horno, en el caso de que no os apetezca estar hasta el último momento liados, aunque no se mancha nada, es un dulce de confección muy limpia, y el olor mientras se hacen es… ¡brutal!

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